lunes, 17 de enero de 2011

Alquiler de coches por horas para gestiones en París


Como quien alquila una bicicleta para dar un paseo, hacer turismo o ir a trabajar, los habitantes de París podrán hacer uso a partir de este mes de octubre de un coche eléctrico por apenas una o dos horas, sin las incomodidades de tener que acudir a la sede de una empresa de alquiler de vehículos.

Sin necesidad no sólo de tener que hacerse cargo de un coche en propiedad, sino ni tan siquiera tener que preocuparse de pagar letras, hacer papeleos, pasar por el taller o ir a la gasolinera, el proyecto “Autolib” pretende revolucionar el mercado de coche de alquiler con un nuevo concepto: el coche “libre servicio”.

Primera ventaja: don de la ubicuidad. Los vehículos, todos ellos eléctricos, estarán aparcados en 250 puntos de la capital en una primera fase. Posteriormente, se extenderán a 37 poblaciones vecinas (en más de 1.000 puntos de estacionamiento y con casi 2.000 unidades). La idea es llegar a los 3.500 coches dentro de cinco años.

Segunda ventaja: rapidez y comodidad. Cada uno de estos puntos de estacionamiento estará equipado con cargadores de batería para evitar la molestia de parar a mitad de recorrido en una gasolinera, como ocurre con los vehículos de gasolina.

Tercera ventaja: trámites reducidos al mínimo. Los coches “libre servicio”, bautizados como Bluecar,se podrán reservar por internet o por teléfono, después de que el usuario se haya inscrito en la empresa que presta el servicio. El pago se hará mensualmente para no tener que estar rebuscando en los bolsillos cada vez que se usa, como si de un taxi se tratara.

Cuarta ventaja: para todos los bolsillos. La empresa que va a desarrollar el servicio, BatScap, ha prometido que no costará mucho más que lo supone darse una vuelta en metro por la ciudad. Los usuarios deberán pagar una cuota de 12 euros al mes, cinco euros adicionales por la primera media hora de utilización, cuatro por la segunda y seis por cada periodo similar restante.

Para el alcalde, Bertrand Delanoë, el proyecto es la oportunidad de lograr que Autolib se convierta en un servicio tan popular como Vélib, el sistema de alquiler de bicicletas que ya han copiado otras ciudades del mundo, Londres incluida.

Los Bluecar, diseñados por Pininfarina, los socios italianos de Bolloré, la compañía francesa adjudicataria, tienen capacidad para cuatro personas, alcanzan los 130 kilómetros por hora y tienen una autonomía de alrededor de 250 kilómetros. Están equipados con GPS y un botón de emergencias. Sus promotores calculan que tienen un mercado potencial de 2,4 millones de usuarios.

El cambio del norte magnético y los aeropuertos



Los científicos llevaban un tiempo anunciándolo: el polo norte magnético se está desplazando desde Alaska en dirección a Rusia, y lo hace a una velocidad de casi 65 kilómetros al año, tan rápido que algunos pronostican que en 50 años estará ya en asentado en Siberia. Esto, tarde o temprano, tendrá consecuencias en nuestra vida cotidiana.
En un futuro, por ejemplo, las auroras boreales perderán protagonismo en Alaska y ganarán en belleza e intensidad en el norte de Europa. Pero los primeros efectos de los que ha habido noticia se han registrado en otra parte del mundo, y no precisamente cerca de los hielos polares.
De momento, el aeropuerto internacional de Tampa, en Florida, ha tenido que cerrar su pista principal hasta este jueves para repintar las indicaciones numéricas que guían a los aviones y modificar la señalización. Puede ser el primero de una lista más larga. Y todo por culpa de las variaciones en el polo magnético.
La Tierra tiene dos tipos de polos, los geográficos y los magnéticos. El polo norte geográfico se sitúa en el eje vertical que divide la Tierra, pero el segundo varía con el paso del tiempo y en función del lugar, ya que la brújula se alinea con el campo geomagnético local. El polo norte magnético está actualmente en la isla de Bathurst, en los Territorios del Noroeste de Canadá, mientras el segundo se localiza en Adelia, en la Antártida, y es el que se mueve con más rapidez, lo que puede llegar a causar problemas para la navegación.
El norte magnético (la dirección en la que apunta la aguja de una brújula) sólo coincide exactamente con el Polo Norte geográfico en los puntos del hemisferio norte situados en el mismo meridiano en el que se encuentra el norte magnético.
Los pilotos han volado tradicionalmente con una brújula magnética (aún se sigue utilizando en muchos casos pese a los avances en sistemas de localización por GPS, como ocurre también en los barcos), por lo que es importante que la señalización de cada pista refleje exactamente su ubicación.
Las cifras que marcan las pistas de aterrizaje y despegue de un aeropuerto, así como las líneas blancas que las delimitan, sirven para señalizar la dirección de la pista en grados magnéticos, eliminando la última cifra. Por lo tanto, una pista cuya dirección es, por ejemplo, hacia el este (90 grados), tendrá consecuentemente como denominación 09, y una pista cuya dirección es hacia el suroeste (225 grados), se identificará como 22.
La Administración Federal de la Aviación estadounidense requiere que las designaciones de las pistas puedan cambiarse para tener en cuenta el cambio en el polo norte magnético. Por lo tanto, y tras la última modificación, la pista de más tráfico se llamará ahora 19R/1L en las cartas de navegación, en lugar de 18R/36L, como se denominaba hasta ahora para indicar su alineamiento en torno a 180 grados al norte y 360 al sur.
A finales de enero, además, las otras dos pistas del aeropuerto serán cerradas también al tráfico para adoptar sus nuevas numeraciones. Estos mínimos cambios supondrán más actividad para la pista este y más ruido para las áreas residenciales del sur de la ciudad. Quién se lo iba a decir a los vecinos de esta ciudad de Florida donde, por más que lo intenten, el polo norte jamás dejará de ser una imagen de postal.

Moto plegable en la oficina

Estos nuevos diseños se han forjado en muchos casos en las calles de China, uno de los mayores ejemplos en el mundo de colapsos constantes en las vías urbanas. El objetivo de los diseñadores de estos modelos es el usuario final, el ciudadano medio que debe atravesar varios atascos para moverse por la ciudad, al que se le propone viajar en uno de estos vehículos y luego guardarlo en su oficina.

Es el caso del vehículo «Uno 3», un scooter plegable y que cabe incluso en un ascensor. Alcanza una velocidad máxima de aproximadamente 55 kilómetros por hora y llegará al mercado a partir de 2012. Benjamin Gulak, de la compañía BPG, fabricante de estas motocicletas, asegura que «a bajas velocidades, el “Uno 3” es similar a un monociclo, pero para viajes de alta velocidad se transforma en una motocicleta».

Por su parte, la compañía General Motors también ha mostrado sensibilidad por estos problemas y ha diseñado el «ES-V», un vehículo de transporte urbano de corto alcance, para áreas complicadas donde el aparcamiento es limitado. El «ES-V» Mide la mitad que un Smart y pesa sólo 400 kilos. Cada modelo -denominados Miao, Jiao, y Xiao- tiene su propio estilo y color, pero todos tienen cabinas de dos plazas montadas sobre una base de dos ruedas.

Es alimentado por una batería de litio-ion, y utiliza sensores giroscópicos para equilibrar el peso del coche y detectar la dirección y el ángulo de inclinación. Los sensores también pueden hacer girar de forma independiente las ruedas hacia adelante o hacia atrás, según sea necesario para mantener el equilibrio y la propulsión. General Motors asegura, sin embargo, que pasarán 20 o 30 años antes de que los consumidores realmente necesiten este tipo de coches.