sábado, 20 de septiembre de 2008

Los genes abocan a dos de cada cinco hombres al fracaso matrimonial y al divorcio


Si su matrimonio o su relación sentimental ha fracasado puede que parte de la culpa sea de sus genes o los de su novio o marido. Así lo ha demostrado un estudio del Instituto Karolinska de Estocolmo que ha demostrado que la existencia o no de un determinado gen en el hombre puede llegar a ser un factor importante a la hora de determinar el éxito o el fracaso de sus relaciones sentimentales estables.
Según los investigadores, dos de cada cinco varones poseen este gen, que también parece condicionar la predisposición de los hombres para contraer matrimonio o vivir con su pareja sin pasar por la vicaría.El descubrimiento de la investigación realizada entre más de 1.000 parejas heterosexuales, es sorprendente por tratarse de la primera vez que la ciencia demuestra un vínculo directo entre los genes de un hombre y su aptitud para la monogamia o para las relaciones sentimentales estables. Dicho gen, que regula la actividad de una hormona en el cerebro humano denominada vasopresina y dicta cómo y dónde sus receptores se sitúan en el cerebro, puede localizarse en los cromosomas de nuestro ADN de forma doble (una pareja de alelos o genes en el mismo cromosoma) o de forma individual (un solo alelo).Los hombres con dos copias de este gen tienen el doble de riesgo de experimentar disfunciones matrimoniales, con una amenaza de divorcio durante el último año, comparados con los hombres que tiene una copia o no tienen. Las mujeres casadas con hombres con una o dos copias del gen obtuvieron resultados por debajo de la media (al ser preguntadas por) cómo de satisfechas estaban con su relación en comparación con mujeres casadas con hombres sin esas copias.En torno al 40 por ciento de los hombres tienen una o dos copias de este gen. Los varones con dos copias del gen tienen un mayor riesgo de sufrir discordias en sus matrimonios que los hombres con una sola copia, y, en consecuencia, aquellos con una sola copia del gen tienen mayor riesgo que aquellos que no lo poseen.
En torno a un 15 por ciento de los hombres sin el gen en cuestión mencionaron una discordia matrimonial importante en el último año, frente al 34 por ciento de aquellos hombres con dos copias del gen que contestaron lo mismo. Las parejas de aquellos hombres con dos copias del gen obtuvieron peores resultados a la hora de valorar su satisfacción conyugal. Además, el 17 por ciento de aquellos varones sin el gen estaban viviendo con mujeres sin estar casados, frente al 32 por ciento de hombres con dos copias del gen que estaban en la misma situación.Al parecer, el gen que ha sido estudiado ejerce un mayor papel en los cerebros masculinos que en los femeninos, de ahí que el estudio se haya centrado en varones. Los descubrimientos de la investigación han abierto un debate sobre cómo puede influir el conocimiento de la existencia de este gen en un hombre a la hora de que una mujer decida si es potencialmente buena o mala pareja.

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